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El 124 de mi abuelo, para todos "el amarillo"
ESTE TEMA VA DEDICADO A MI ABUELO, (Abuelo estés donde estés, va por ti)
Hola compañeros, tengo un 124 heredado de mi abuelo con el que empecé a restaurar, pero por su edad y corazón nos dejó.
Os cuento la historia de mi 124.
En la familia llegó en la primavera de 1971 un 124D faro redondo nuevo. Mi familia somos de un pueblo pequeño de Toledo, somos una familia humilde trabajadora del campo. Mis abuelos tuvieron 4 hijos de los cuales el último fue una niña que a los 3 meses de nacer tuvo meningitis, a consecuencia de esta enfermedad quedó en silla de ruedas y sin capacidad de razonar. En esos años era algo muy duro por los pocos medios que se tenían. Mis abuelos no tenían coche y mi tia, que falleció a los 31 años, tenía que ir a rehabilitación a Toledo y la llevaban en tren. Debido a esto compraron un 124 pagado a plazos, les costó mucho trabajo ya que para la época un 124 no se lo podía permitir un obrero, pero eligieron el 124 por ser muy espacioso ya que mi tia iba tumbada en el asiento de detrás que era como más cómoda estaba.
El coche es el 124D de primavera de 1971 amarillo man-owar, sin servofreno, sin reposacabezas, con dinamo, cuadro de mandos del salpicadero rectangular, sin mueble de radio y con luz en el motor al abrir el capó.
Mis abuelos utilizaban el 124 mucho, para hacer excursiones los domingos, sobre todo a comer a la orilla del río Tajo para pasar el día y que a mi tia le diese el aire del campo.
PASAN LOS AÑOS
Yo soy Rodrigo soy de 1988, y este 124 está muy muy ligado a mi vida desde pequeño. Mis abuelos y yo vivimos al lado, en la misma acera. El garaje del 124 está junto a mi habitación y desde pequeño mi abuelo me llevaba al colegio, y aún recuerdo como mi abuelo a las 7:30 arrancaba el 124 durante un rato para que en invierno cuando yo fuese al colegio estuviese caliente.
A los 8 años mi vida cambia, me diagnostican una enfermedad traumatológica en las caderas llamada perthes, que tuve que llevar unos aparatos en las piernas durante 2 años. Después me curo y sigo con mi vida normal.
Con 11 años mi abuelo me enseñó a conducir en este 124 que a sido el único coche que tuvieron mis abuelos.
Hasta los 14 hago mi vida normal hasta que noto un dolor en las piernas y calambres, tras 2 años dando vueltas por los médicos entre traumatologos y neurologos, al final me diagnostican una enfermedad neurológica, denominada rara que no se estudia por la escasez de casos, esta enfermedad es una paraparesia espástica de origen desconocido y es hasta la fecha incurable. Sus síntomas son que tengo muchísima espasticidad en las extremidades inferiores que hace que tenga mucha rigidez en los músculos que me impiden hacer vida normal, debido a los dolores y falta de movimiento. El único tratamiento es la rehabilitación.
El 124 se usaba todos los días hasta que mi abuelo enferma, que era el que usaba el 124, y ya no le renuevan el carnet. El 124 no se lleva al desguace ya que desde pequeño yo estaba todas las tardes en el 124 jugando o viajando y al estar tan allegado a él no permito que el 124 salga de la familia.
En 2003 no pasa la ITV y se lleva el coche al chapista para repararlo de chapa, después si la pasa y se deja guardado en un garaje.
Sobre 2006 mi abuelo, mi padre y yo queremos restaurarlo, pero nosotros en casa. Así que empezamos a desmontarlo, pero mi abuelo con el tiempo fallece y el proyecto de restaurar el 124 se deja aparcado ya que yo empeoro en mi enfermedad y me tengo que someter a una serie de operaciones porque tengo una subluxación de cadera a consecuencia de mi enfermedad, que sus síntomas son que la cadera se intenta salir de su aceta bulo de la pelvis, y me colocan chapas con tornillos.
2012
Volvemos a la carga de nuevo ya solo mi padre y yo, pero con el sentimiento de mi abuelo en el corazón, y empezamos a desmontar y sacar a la luz el óxido.
PARÓN POR LA CRISIS.
Debido a la crisis tenemos el proyecto empezado pero va despacio.
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